Hablando del derecho

La Armonía de la Creación:

Desentrañando la Importancia del Derecho Conexo en la Industria Musical

En el vibrante ecosistema de la música, donde la melodía de una canción nos transporta y el ritmo nos invita a movernos, a menudo se olvida que detrás de cada nota existe un complejo entramado de derechos que protegen el ingenio y el arduo trabajo de innumerables profesionales. Más allá del reconocido Derecho de Autor, que protege al compositor y al letrista, existe una esfera igualmente vital, aunque quizás menos comprendida por el público general: el Derecho Conexo. Este conjunto de derechos es fundamental para la sostenibilidad de la industria musical y, por extensión, para la calidad y diversidad de la música que disfrutamos a diario.

¿QUÉ ES EL DERECHO CONEXO Y POR QUÉ ES TAN CRUCIAL?

Mientras que el Derecho de Autor se enfoca en la obra original (la partitura y la letra), el Derecho Conexo se extiende a aquellos que hacen posible que esa obra llegue a nuestros oídos de forma tangible y profesional. Estamos hablando de los artistas intérpretes o ejecutantes (los cantantes, músicos, directores de orquesta), los productores de fonogramas (quienes graban y fijan la interpretación en un soporte, como un CD o un archivo digital) y los organismos de radiodifusión (quienes transmiten la música al público).

La Armonía de la Creación

Las composiciones musicales requieren de intérpretes, ejecutantes y productores.

La importancia del Derecho Conexo radica en su capacidad para reconocer y remunerar el valor añadido por estos actores en la cadena de producción y difusión musical. Sin los artistas, una canción quedaría en el papel; sin los productores, no existiría una grabación de calidad; y sin los radiodifusores, la música tendría una difusión limitada. Cada uno de estos eslabones invierte tiempo, talento, dinero y recursos significativos para llevar la música al público. Por lo tanto, el Derecho Conexo asegura que esta inversión sea reconocida y protegida legalmente, permitiéndoles obtener una justa retribución por el uso de sus creaciones y esfuerzos.

La protección del Derecho Conexo fomenta la inversión en la producción musical. Si los artistas no tuvieran la certeza de que sus interpretaciones serán protegidas contra el uso no autorizado, o si los productores de fonogramas no podrían recuperar su inversión a través de la explotación de sus grabaciones, la calidad y cantidad de la música disponible se verían seriamente comprometidas. Es un incentivo crucial para la innovación, la experimentación y el desarrollo de nuevos talentos.

Además, el Derecho Conexo desempeña un papel vital en la lucha contra la piratería y el uso indebido de la música. Al otorgar derechos exclusivos sobre las interpretaciones y las grabaciones, se facilita la acción legal contra aquellos que las explotan sin autorización, protegiendo así los ingresos legítimos de los titulares de derechos y salvaguardando la integridad de la industria musical. En un mundo cada vez más digital, donde la facilidad de copiar y distribuir contenido es abrumadora, la robustez del Derecho Conexo se vuelve aún más crítica.

En resumen, el Derecho Conexo no es un apéndice menor del Derecho de Autor; es una columna vertebral que sostiene gran parte de la industria musical. Su existencia garantiza que la creación musical, desde su concepción hasta su audición, sea un proceso sostenible y justo para todos los involucrados, permitiendo que la armonía de la creación siga resonando en nuestros corazones y mentes.

 

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El Derecho Conexo comienza a efectuarse a partir de la grabación.

¿POR QUÉ TU NEGOCIO DEBE PAGAR LA LICENCIA MUSICAL? MÁS ALLÁ DEL PLACER, UNA OBLIGACIÓN LEGAL Y ÉTICA

Imagina un restaurante con un ambiente acogedor, una tienda de ropa con música de fondo que invita a la compra, o un gimnasio donde el ritmo impulsa el entrenamiento. La música es un componente integral en la creación de una atmósfera, la mejora de la experiencia del cliente y, en última instancia, el éxito de muchos negocios. Sin embargo, lo que a menudo se pasa por alto es que el uso de esa música no es un derecho gratuito. Existe una obligación legal y ética para los negocios que utilizan música de obtener las licencias correspondientes y pagar las regalías a los titulares de los derechos.

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Un local sin música es menos atractivo a la clientela.

LA MÚSICA NO ES GRATIS: ES UN PRODUCTO CON VALOR

Así como un negocio paga por la electricidad, el alquiler o la materia prima para sus productos, también debe pagar por el uso de la música. Cada canción, cada grabación, es el resultado del talento, la inversión y el esfuerzo de compositores, letristas, artistas intérpretes, productores musicales y muchos otros profesionales. Negar el pago por el uso de su trabajo es equivalente a consumir un producto o servicio sin abonar su precio.

Aquí es donde entra en juego la importancia de las licencias. Cuando un negocio reproduce música en un espacio público (ya sea a través de la radio, una lista de reproducción digital, televisión o cualquier otro medio), está realizando una «comunicación pública» de esas obras y fonogramas. Esta comunicación pública genera el derecho a una remuneración para los titulares de los derechos de autor y derechos conexos.

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Un ambiente armonizado por la música, expresa diferentes emociones.

LAS RAMIFICACIONES DE LOS DERECHOS CONEXOS EN LOS NEGOCIOS

Para los negocios, el pago de licencias no solo cubre los derechos de autor de las obras (a los compositores y letristas), sino también, y de manera crucial, los Derechos Conexos. Esto significa que cuando un restaurante reproduce una canción grabada, no solo está utilizando la composición, sino también la interpretación del artista y la grabación del productor. Sin el pago de las licencias pertinentes, estos negocios estarían explotando comercialmente el trabajo de millares de artistas y productores sin una compensación justa.

En la mayoría de los países, existen sociedades de gestión colectiva (como la Sociedad de Autores y Compositores, o las sociedades que administran los derechos de artistas y productores) que se encargan de recaudar estas regalías y distribuirlas a los titulares de derechos. Al pagar una licencia única a estas organizaciones, un negocio obtiene el permiso para utilizar un vasto repertorio musical de manera legal.

BENEFICIOS DE CUMPLIR CON LA LEY Y LA ÉTICA

Más allá de evitar sanciones legales (que pueden incluir multas elevadas, cierres temporales o incluso procesos judiciales), el pago de licencias musicales ofrece beneficios tangibles para los negocios:

  1. SEGURIDAD JURÍDICA: Operar dentro del marco legal elimina el riesgo de litigios y protege la reputación del negocio.
  2. ACCESO A UN REPERTORIO ILIMITADO: Las licencias de las sociedades de gestión colectiva otorgan acceso a un catálogo inmenso de música, permitiendo a los negocios elegir la banda sonora perfecta para su marca y clientes.
  3. CONTRIBUCIÓN A LA INDUSTRIA: Al pagar las licencias, los negocios contribuyen directamente a la sostenibilidad de la industria musical. Este dinero se reinvierte en la creación de nueva música, el descubrimiento de talentos y el mantenimiento de la infraestructura que permite que la música exista. Es una forma de apoyar a los creadores y mantener viva la fuente de donde se nutren.
  4. IMAGEN DE MARCA POSITIVA: Un negocio que respeta los derechos de los creadores proyecta una imagen de responsabilidad y ética, valores que son cada vez más apreciados por los consumidores conscientes.

Para finalizar, la música es una herramienta poderosa para cualquier negocio. Sin embargo, su poder no reside solo en su capacidad de deleitar, sino también en el intrincado sistema de derechos que la protege. Pagar por la obtención de la licencia para el uso de la música no es solo una obligación legal derivada del Derecho de Autor y el Derecho Conexo; es un acto de respeto hacia la creatividad, una inversión en la continuidad de la cultura y una decisión empresarial inteligente que asegura la armonía legal y ética de tu negocio. La próxima vez que la música llene tu local, recuerda que cada nota tiene un valor, y que al pagar por ella estás contribuyendo a que la sinfonía de la creación nunca se detenga.

Carlos De Quintal

Dr. Carlos De Quintal

Avinpro y los nuevos usuarios

Año 2025 – Número 12